Cueva de Bara-Bahau

Cueva de Bara Bahau

La cueva de Bara-Bahau (o Bara-Bao), de unos cien metros de longitud, es una de las cuevas paleolíticas del valle del Vézère (Dordoña, Francia).

Es de interés geológico, sobre todo por sus concreciones excéntricas y, sobre todo, por sus grabados prehistóricos. Su nombre procede de una onomatopeya local occitana que significa "badaboum", en referencia a los bloques derrumbados visibles en la primera sala. De propiedad privada y abierto al público, fue declarado monumento histórico en 1961.

LA ENTRADA A LA CUEVA

Antaño conocida como Trou de la Cocagne, la entrada a esta inmensa caverna era un popular lugar de picnic para los lugareños. En 1951, Maud y Raoul Casteret, aventureros y espeleólogos, fueron invitados por Marcel Maufrangeas, presidente de la oficina de turismo de Bugue, a explorar sus profundidades más secretas, y fue tumbada en el suelo cuando Maud vio los primeros grabados: un caballo y luego una vaca "con hermosos cuernos". En total, ese día descubrió dieciséis grabados de gran tamaño.

LA SALA DE GRABADO

En el extremo de la galería, los osos de las cavernas hibernaban en los lugares más estrechos. Bajo sus garras, los primeros artistas se arrastraban para dibujar, tumbados, de rodillas y luego de pie, tres gigantescos frescos de animales de su época: uros, bisontes, renos, caballos prehistóricos, todos corriendo enloquecidos hacia las profundidades de la cueva. Una obra maestra del arte rupestre que podrá contemplar en su versión original en BARA-BAHAU.